El perro yacía en el suelo, con el lomo arqueado.
Cuando el perro realiza esta acción, primero hay que observar su postura general y su estado emocional. Si la postura de tu perro es estable y su cuerpo relajado, probablemente esté esperando nuestras instrucciones o quiera jugar con nosotros. Sin embargo, si el cuerpo del perro está tenso y su cola está medio levantada o incluso erguida, puede sentirse incómodo o asustado.
Por eso, como dueños de mascotas, debemos aprender a reconocer el lenguaje corporal del perro y responder a tiempo según sus emociones. Si el perro está contento y relajado al arquear el lomo, podemos jugar con él suavemente o disfrutar de un rato de viaje a su lado pero si el perro se siente incómodo o asustado, debemos interactuar con él con calma y darle un poco de consuelo; medidas, como acompañarlo y dejarlo ir relajándose poco a poco.
En definitiva, que los perros se inclinen hacia adelante y hacia atrás es uno de los comportamientos más comunes, pero debemos observar atentamente las emociones y la postura del perro para poder responder adecuadamente. De esta manera, podemos construir mejores relaciones con nuestras mascotas, haciéndolas más felices y saludables.