¿Qué buenos hábitos de vida pueden evitar que el cáncer de cuello uterino llame a la puerta?
En primer lugar, entendamos qué es el cáncer de cuello uterino, también llamado cáncer de cuello uterino. Es un tumor maligno que se presenta comúnmente en el cuello y es el tumor maligno ginecológico más común en el tracto reproductivo femenino. La tasa de incidencia es alta y se ha vuelto más joven en los últimos años. El carcinoma in situ suele aparecer en el grupo de edad de 30 a 35 años, mientras que el cáncer invasivo alcanza su punto máximo en el grupo de edad de 45 a 55 años.
¿Cuáles son las causas del cáncer de cuello uterino? Con la aplicación generalizada del cribado de células cervicales, el cáncer de cuello uterino y las lesiones precancerosas pueden detectarse y tratarse tempranamente, y la incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino han disminuido. Las causas del cáncer de cuello uterino incluyen principalmente los siguientes aspectos:
Infección viral: la infección persistente por el virus del papiloma humano de alto riesgo es un factor de riesgo común para el cáncer de cuello uterino. Más del 90% de los pacientes con cáncer de cuello uterino se acompañan de alto riesgo. riesgo de infección por virus del papiloma humano. Comportamiento sexual y número de partos: Los embarazos múltiples y los partos múltiples, y una edad más temprana en el primer parto están relacionados con la aparición y desarrollo del cáncer de cuello uterino. Al mismo tiempo, factores como tener múltiples parejas sexuales y tener la primera relación sexual antes de los 16 años también pueden aumentar la incidencia del cáncer de cuello uterino. Factores biológicos: Chlamydia trachomatis, Trichomonas y el virus del herpes simple tipo II desempeñan un papel determinado en la aparición del cáncer de cuello uterino causado por una infección por el virus del papiloma humano de alto riesgo. Factores de comportamiento: fumar, la mala higiene y la desnutrición son factores de riesgo que aumentan el riesgo de cáncer de cuello uterino. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas del cáncer de cuello uterino? El cáncer de cuello uterino en etapa temprana a menudo no presenta síntomas ni signos evidentes. El cuello uterino es liso y difícil de distinguir de la ectopia epitelial columnar cervical. Las pacientes con tipo de canal cervical a menudo pasan desapercibidas y son diagnosticadas erróneamente debido a la apariencia normal de su cuello uterino. A medida que avanza la enfermedad, pueden aparecer una variedad de síntomas.
Sangrado del canal Y: en la etapa inicial, el sangrado por contacto es la forma principal, y en las etapas media y tardía, puede manifestarse como un sangrado irregular del canal Y. Debido a que el tamaño de la lesión y los vasos sanguíneos dentro del intersticio varían, la cantidad de sangrado varía de un paciente a otro. Si se invade un vaso sanguíneo grande, la cantidad de sangrado será grande. Las pacientes más jóvenes también pueden experimentar menstruación prolongada y aumento del flujo menstrual. Las pacientes de edad avanzada pueden experimentar sangrado irregular del canal Y después de la menopausia. El tipo exógeno puede causar sangrado del canal Y antes y la cantidad de sangrado será mayor. Sin embargo, los síntomas endógenos aparecen más tarde.
Drenaje del canal Y: la mayoría de las pacientes con cáncer de cuello uterino tendrán síntomas del drenaje del canal Y. El líquido es blanco o con sangre, o puede ser diluido, como agua o salvado de arroz, y a veces tiene olor a pescado. En la etapa tardía, debido a la necrosis del tejido canceroso acompañada de infección, puede aparecer como una leucorrea purulenta y maloliente parecida a una sopa de arroz, que es abundante.
Síntomas tardíos: Las lesiones cancerosas involucran diferentes áreas y muestran diferentes síntomas secundarios. Los más comunes incluyen estreñimiento, urgencia, micción frecuente e hinchazón y dolor en las extremidades inferiores. Si el cáncer comprime o afecta el uréter, existe una alta probabilidad de obstrucción ureteral e hidronefrosis, e incluso uremia. Los pacientes en etapa tardía presentan insuficiencia sistémica como anemia y caquexia.
Entonces, ¿cómo prevenir el cáncer de cuello uterino en la vida diaria? Desarrolla buenos hábitos, no fumes, no bebas, no tomes drogas. Preste atención a la higiene personal y lávese las manos antes de comer y después de ir al baño. Prestar especial atención a la higiene sexual, limpieza de la vulva y de la ropa interior, especialmente la higiene menstrual. Mantener un ambiente de vida estéril. Las mujeres que tienen relaciones sexuales deben prestar atención a mantener sus sábanas limpias y frescas, y cambiarlas y lavarlas a tiempo. Cambie los malos hábitos de vida, coma menos alimentos ricos en calorías y grasas, realice más ejercicio físico y mejore su condición física. Lo mejor para las mujeres es elegir ropa interior de algodón holgada y transpirable. Porque el moho prospera en ambientes húmedos y cálidos. Consuma más verduras y frutas frescas, incluida una variedad de lechugas, verduras y frutas de color verde oscuro, que tienen ciertos efectos preventivos sobre diferentes tipos de cáncer. Entre el 60 y el 70% de los cánceres se pueden prevenir, de los cuales entre el 30 y el 40% están relacionados con la dieta. El cáncer se puede prevenir mediante ajustes en la dieta. Las mujeres que se casan precozmente, tienen varios hijos, tienen hijos prematuros y tienen disfunción sexual tienen una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de cuello uterino. Por lo tanto, se recomienda que las mujeres eviten las relaciones sexuales impuras y traten de evitar casarse y tener hijos demasiado pronto. Hoy en día, el desarrollo continuo de vacunas contra el cáncer de cuello uterino se ha convertido en un medio importante para prevenir el cáncer de cuello uterino, incluidas las vacunas bivalentes, tetravalentes y nonavalentes. Las mujeres pueden inyectarse diferentes vacunas contra el cáncer de cuello uterino según sus propias circunstancias. El cáncer de cuello uterino tiene diversas manifestaciones y no presenta síntomas evidentes en la etapa inicial. Una vez diagnosticado, el tratamiento debe estandarizarse inmediatamente.