Existe una terapia en la medicina moderna llamada "crioterapia". Incluso si el tejido se congela rápidamente a baja temperatura para causar necrosis tisular, la enfermedad se puede curar sin "operar".
Los efectos combinados de la criobiología se producen cuando se congelan. Debido a la congelación extrema, tanto las células normales como las recién nacidas pueden sufrir daños y destrucción irreversibles. Generalmente, cuando los tejidos están por debajo de -20°C, la necrosis puede ocurrir durante más de 1 minuto. Su mecanismo es complejo. Actualmente se cree que cuando se exponen a temperaturas ultrabajas, se forman cristales de hielo dentro y fuera de las células, provocando que las células se deshidraten y encojan hasta destruirse y morir. Por tanto, cuanto menor sea la temperatura del refrigerante, mayor será el daño a las células. Además, las bajas temperaturas pueden desnaturalizar los complejos de lipoproteínas de la membrana celular, provocando trastornos locales de la circulación sanguínea y promoviendo aún más daños. El daño al tejido causado por la congelación y descongelación siempre existe, por lo que la congelación y descongelación repetidas son más dañinas que una sola congelación y descongelación, lo que tiene importancia terapéutica clínica.
La crioterapia puede destruir tumores. Los experimentos han demostrado que la congelación es más dañina para los tumores que para las células normales. Los cromatóforos son más sensibles a las bajas temperaturas. La crioterapia es un tratamiento cosmético ideal para tumores cutáneos benignos y malignos.