¿Qué pasa con la sudoración?
1. Factores patológicos: Comúnmente observados en tumores malignos, infecciones, hipertiroidismo y otras enfermedades, pueden causar trastornos neurológicos, provocando sobreexcitación de las glándulas sudoríparas y sudoración excesiva.
2. Factores mentales: provocados por una alta estimulación emocional y un trastorno nervioso simpático. Siempre que eres emocionalmente impulsivo o nervioso, las fluctuaciones emocionales aumentan los impulsos nerviosos, lo que lleva a una mayor secreción de acetilcolina, y tus palmas, plantas y perineo pueden inmediatamente sudar profusamente.
Además, las personas con afecciones que dañan el sistema nervioso central, daño a los nervios periféricos y obesidad también pueden sufrir hiperhidrosis. Si sudas con frecuencia, debes acudir al hospital a tiempo para conocer la causa y recibir el tratamiento correspondiente. Evite situaciones más graves.
El desarrollo de glándulas sudoríparas, los trastornos del sistema nervioso autónomo y las enfermedades metabólicas son causas de sudoración constante.
1. Las personas con glándulas sudoríparas bien desarrolladas suelen ser estimuladas por la temperatura externa, especialmente cuando la temperatura aumenta, lo que puede provocar que los poros se expandan fácilmente. El cuerpo humano produce sudor a través de glándulas sudoríparas para disipar el calor. Si se quiere mejorar los síntomas es necesario elegir una temperatura ambiente adecuada y evitar permanecer a temperaturas demasiado altas.
2. La sudoración prolongada puede deberse a una disfunción del nervio autónomo. Puede complementar adecuadamente las vitaminas B bajo la supervisión de un médico.
3. La sudoración frecuente también puede ser causada por enfermedades adversas, como diabetes, enfermedades de la tiroides y otras enfermedades metabólicas, que mejorarán al tratar la enfermedad original.
Así, cuando estés débil o tengas algún tipo de enfermedad, sudarás. La medicación no debe usarse a ciegas. Asegúrese de consultar a un médico profesional para evitar retrasar la progresión de la enfermedad.