¿Qué son las bolas carnosas en las esquinas de tus ojos?
1. Fenómeno fisiológico normal
La albóndiga en el rabillo del ojo puede ser tejido normal, porque las personas normales tienen un pequeño objeto parecido a un pólipo en el rabillo del ojo. De hecho, esta cosa carnosa es un montículo lagrimal, que es una estructura de tejido corporal normal.
2. Pterigión
El pterigión es una enfermedad común y frecuente en oftalmología. Generalmente se considera una lesión inflamatoria crónica del tejido fibrovascular conjuntival bulbar local causada por estimulación externa. Tiene forma triangular y puede invadir la córnea afectando uno o ambos ojos. Esta enfermedad suele provocar defectos de apariencia y afecta en cierta medida la visión.
3. Tumores oculares
Los tumores oculares son uno de los tumores malignos y se pueden dividir en tumores oculares internos y tumores oculares externos.
Manifestaciones clínicas de los tumores intraoculares: reflejo blanco amarillento en la pupila (comúnmente conocido como ojo de gato), disminución de la visión, aumento de la presión intraocular, hipema, etc.
Tumores oculares externos: induración local en la etapa temprana, y pueden invadir todos los párpados, órbitas y senos paranasales en la etapa tardía, formando defectos tisulares locales graves.
4. Pólipos oculares
Los pólipos son tumores innecesarios en la superficie del tejido humano. Hoy en día, en medicina, los crecimientos en la superficie de la mucosa humana se suelen llamar pólipos.
Los pólipos oculares sobresalen de la superficie del ojo debido a una hipertrofia glandular que abarca el borde libre del tercer párpado. Mientras no crezca en la córnea, no se necesita ningún tratamiento. Si crece en la córnea y afecta la visión, la mejor forma es extirparlo quirúrgicamente.
Qué hacer: Considere el uso de colirios al salir.
5. Orzuelo
La enfermedad estiloides, también conocida como acupuntura y meibomitis, es una inflamación supurativa aguda de las glándulas sebáceas o glándulas de Meibomio cercanas a los folículos de las pestañas.
Las manifestaciones clínicas son: enrojecimiento localizado, hinchazón, calor y dolor en la piel del párpado, y edema de la conjuntiva bulbar adyacente.
Qué hacer: en la etapa inicial del orzuelo o cuando no se ha formado el absceso, puede aplicar una compresa local de calor húmedo tres veces al día durante 20 minutos cada vez. La compresa caliente puede acelerar la circulación sanguínea en los ojos, reducir la hinchazón y aliviar el dolor.
6. ¿Qué debo hacer si tengo los ojos secos?
1. Intenta evitar tocarte los ojos con las manos.
Cuando los ojos están secos, la primera reacción de muchas personas es tocarse suavemente los ojos con las manos, lo que puede aliviar la sequedad y el picor. De hecho, esto suele resultar contraproducente. Aunque los ojos secos se alivian temporalmente, tocarlos con las manos también introducirá una gran cantidad de gérmenes en los ojos, provocando inflamación ocular como la queratitis.
2. Elija las gotas para los ojos adecuadas
Las gotas para los ojos especialmente utilizadas para aliviar la fatiga ocular deben usarse para hidratar los ojos, pero los ingredientes de las gotas para los ojos son diferentes y los síntomas también lo son. diferente, así que elige no ser ciego.
3. Centrarse en la prevención
El síndrome del ojo seco también se puede prevenir. Si presta atención a la higiene ocular, mantenga una cierta distancia entre sus ojos y las computadoras o libros (la distancia específica depende del tamaño de la pantalla de la computadora o de los libros). Se recomienda a las personas que usan lentes de contacto que usen monturas cuando trabajan o navegan por Internet para mantener los ojos húmedos. Además, las investigaciones han descubierto que los parpadeos completos y frecuentes hidratan los ojos. Comer más frutas o alimentos que contengan antioxidantes como las vitaminas A, C y E puede ayudar a la secreción normal de las glándulas sebáceas.
4. Tratar activamente las enfermedades oculares
Debemos tratar activamente las enfermedades de la superficie del globo ocular. El tracoma, la conjuntivitis crónica o la blefaritis pueden cicatrizar fácilmente la conjuntiva del ojo, destruir las células epiteliales de la córnea y también destruir las células productoras de lágrimas, lo que eventualmente conduce al síndrome del ojo seco.