¿Qué impacto tiene el virus del herpes en el feto?
Los virus del herpes humano se dividen en dos categorías: el tipo I es el tipo oral, que puede causar infecciones en la boca, labios, ojos, piel arriba de la cintura y el cerebro; el tipo II es el tipo genital; que causa principalmente infecciones de los genitales y la piel debajo de la cintura. Las lesiones de la piel y las membranas mucosas, la saliva y las heces de los pacientes con virus del herpes contienen el virus, que se transmite por contacto directo y por gotitas. El virus del herpes tipo III infecta la vulva, la vagina y el cuello uterino y se transmite a través de las relaciones sexuales. El virus del herpes puede permanecer latente en el cuerpo durante mucho tiempo, provocando una infección latente y puede reaparecer.
La mayoría de las infecciones por herpes genital en mujeres embarazadas son infecciones asintomáticas y crónicas, pero pueden causar graves daños al feto y al recién nacido. El virus infecta al feto a través de la placenta o ascendiendo desde el tracto reproductivo. La tasa de abortos espontáneos por infección al comienzo del embarazo es tres veces mayor que la de aquellas sin infección y puede causar malformaciones fetales como microcefalia, microftalmia, coriorretinitis, retraso en el desarrollo y retraso mental. Hay un aumento significativo de nacimientos prematuros entre las infectadas en la segunda mitad del embarazo y puede causar muerte fetal intrauterina. El virus asciende para infectar al feto a través del canal del parto durante el parto o después de la ruptura de las membranas durante el parto, provocando infección por herpes en la mitad de los recién nacidos.