Tratamiento del quiste sebáceo

Para los quistes sebáceos, la escisión quirúrgica es actualmente el único tratamiento, mientras que para las infecciones complejas causadas por quistes sebáceos, se requiere tratamiento médico para recuperarse.

1. Resección quirúrgica

Una vez diagnosticado un paciente con un quiste sebáceo, se debe extirpar completamente mediante cirugía. Actualmente, la cirugía es el único tratamiento para los quistes sebáceos. Durante la operación, se puede diseñar una incisión cutánea en forma de huso en la piel conectada al quiste a lo largo de la dirección de las estrías. Especialmente cuando la abertura del conducto es visible, el quiste se puede extirpar juntos. Se debe tener especial cuidado durante la separación ya que las paredes de la cápsula son muy delgadas y se deben eliminar lo más completamente posible. Si hay residuos en la pared del quiste, fácilmente pueden provocar una recurrencia. Sin embargo, si las glándulas sebáceas del paciente tienen síntomas inflamatorios como enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor antes de la cirugía, entonces la inflamación debe controlarse primero antes de programar la cirugía.

Durante la extirpación quirúrgica pueden aparecer cicatrices visibles. Si la cicatriz es grande, el paciente puede optar por la cirugía plástica para eliminarla. Los pacientes que padecen estas afecciones pueden utilizar la cirugía endoscópica para eliminar los quistes subcutáneos, lo que puede evitar las cicatrices de las incisiones quirúrgicas. Es un método quirúrgico desarrollado recientemente en los últimos años.

2. Infecciones complicadas

Si los pacientes con quistes sebáceos tienen infecciones concurrentes, deben tomar antibióticos orales (como tabletas de ácido sulfónico sinérgico, madromicina, etc.) y tomar antiinflamatorios. tratamientos como compresas calientes. Una vez que la inflamación disminuye, se debe realizar una escisión quirúrgica para eliminar por completo el quiste sebáceo.

3. Pronóstico

Un pequeño número de quistes corticales pueden volverse cancerosos, la mayoría se convertirán en carcinoma de células basales y algunos se convertirán en carcinoma de células escamosas. Por lo tanto, después de la resección quirúrgica, los pacientes deben acudir al hospital para controles periódicos para comprobar si hay residuos.