Describa brevemente el derecho de los consumidores a saber.
El derecho de los consumidores a saber es muy necesario para los consumidores. El correcto consumo por parte de los consumidores depende de su comprensión del verdadero estado del producto. Algunas mercancías son peligrosas. Aunque algunos productos, alimentos y medicamentos no son peligrosos en sí mismos, cuando se mezclan con otros alimentos y medicamentos pueden tener efectos secundarios en la salud de los consumidores e incluso poner en peligro sus vidas. Por lo tanto, para los consumidores, los patrones de consumo y las necesidades especiales de bienes o servicios son muy necesarios para aprovechar al máximo la eficacia de los bienes y servicios y prevenir accidentes que perjudiquen la seguridad del consumidor. También es un requisito previo para que los consumidores comprendan la situación real. Sólo comprendiendo plenamente la función, el uso, el diseño, el grado, las especificaciones, los ingredientes principales, la fecha de producción y otra información relevante de un producto básico, los consumidores pueden tomar una decisión correcta sobre si vale la pena gastar una determinada cantidad de dinero para obtener el producto o servicio. Sólo a través del juicio podemos hacer juicios correctos sobre qué bienes son mejores que qué bienes similares, guiando así a los consumidores a emitir juicios satisfactorios.
El derecho a saber es el primer derecho que los consumidores deben ejercer al realizar transacciones con los operadores, y también es la primera obligación que los operadores deben cumplir. Los operadores proporcionan información veraz, que en realidad es una especie de protección para los consumidores. El ejercicio y aplicación de este derecho afecta directamente al ejercicio de otros derechos de los consumidores una vez vendidos los bienes. En consecuencia, los operadores están obligados a informar a los consumidores sobre el verdadero estado de sus productos y servicios. Cuando los bienes y servicios plantean riesgos potenciales para la seguridad personal o de la propiedad de los consumidores, además de explicar la situación real, también deben proporcionar advertencias claras, explicar el método de uso correcto e indicar métodos que prohíban causar daño.