¿Se puede realmente fabricar la vacuna contra el COVID-19 a partir de tabaco?
Resultado de la evaluación: Incierto.
Interpretación autorizada:
Las vacunas virales son preparaciones inmunes activas utilizadas para prevenir enfermedades infecciosas elaboradas atenuando, inactivando o modificando genéticamente virus artificialmente.
La vacuna inactivada se refiere a cultivar el virus y luego inactivarlo con calor o productos químicos. Durante el proceso de producción, es necesario utilizar líneas celulares susceptibles al virus para amplificar el virus en grandes cantidades y luego inactivarlo, lo que suele llevar mucho tiempo.
La vacuna contra la gripe tabáquica entra en esta última categoría. Mediante ingeniería genética, las hojas de tabaco se utilizan como vectores de amplificación, los plásmidos virales se introducen en las plantas de tabaco y las partículas refinadas parecidas a virus se utilizan como vacunas. El COVID-19 no está diseñado para infectar las hojas de tabaco y hacer que el tabaco produzca anticuerpos. Debido a que las células normales de la planta del tabaco no contienen el gen COVID-19, no producen proteínas específicas del virus.
Al mismo tiempo, no hay pruebas de que fumar pueda prevenir el COVID-19, porque no es el tabaco en sí el que tiene el efecto antiviral.
Sin embargo, en la actualidad, esta visión es sólo una posibilidad. El éxito de las vacunas producidas con tabaco debe verificarse mediante ensayos clínicos rigurosos.
La Plataforma de Refutación de Rumores Científicos está elaborada a partir de entrevistas a expertos y está autorizada para su publicación.
Experto en auditoría: Zhang Yong, investigador del Instituto de Prevención y Control de Enfermedades Virales del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.