¡Pregunta científica! !
Los antropólogos han descubierto que entre varios primates, los humanos son los únicos miembros que pueden llorar y derramar lágrimas. Las lágrimas son un acto simple con el que los humanos nacemos. Nadie puede dejar de aprender. Es tan instintivo como los latidos del corazón y la excreción de los riñones, tan espontáneo como suspiros y estornudos.
Entonces, ¿por qué llora la gente? ¿Qué efecto tienen las lágrimas en el cuerpo humano? ¿Cuál es el punto? Esta pregunta aparentemente simple ha desconcertado a los investigadores durante mucho tiempo.
Charles Darwin, el fundador de la teoría de la evolución, creía que las lágrimas son una especie de "reliquia" evolutiva y no tienen nada que ver con la competencia por la supervivencia en el proceso evolutivo. Análisis darwiniano: Al llorar, los capilares alrededor de los ojos se congestionan y al mismo tiempo los pequeños músculos se contraen para proteger los ojos, lo que hace que las glándulas lagrimales segreguen lágrimas. Darwin creía que las lágrimas en sí mismas eran "subproductos" del cuerpo humano sin sentido.
Sin embargo, el antropólogo estadounidense Achille Montago sostenía la opinión contraria a la de Darwin. Cree que derramar lágrimas es beneficioso para el cuerpo humano y tiene cierta influencia en la evolución, por lo que puede transmitirse de generación en generación mediante selección natural. Las lágrimas humanas son el resultado de la supervivencia del más fuerte. Montague dio un ejemplo: las lágrimas contienen lisozima, que es una sustancia de autodefensa del cuerpo humano que puede proteger la mucosa nasofaríngea de infecciones bacterianas. Las observaciones han demostrado que el llanto seco sin lágrimas puede causar fácilmente sequedad de la mucosa nasofaríngea y provocar infección.
Hoy en día, cada vez más estudiosos coinciden con el punto de vista de Montagu y creen que las lágrimas pueden tener algunos beneficios para el cuerpo humano.
William Foley, psicólogo de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, realizó un amplio estudio sobre el comportamiento de las lágrimas desde una perspectiva psicológica y bioquímica. Dividió las lágrimas en lágrimas reflejas (como las provocadas por las cebollas) y lágrimas emocionales. Durante cinco años, las estadísticas de Frey mostraron que los hombres rara vez lloraban más de siete veces en un mes, mientras que las mujeres lloraban más de 30 veces. Entre las 19 y las 22 horas, las reuniones con familiares y amigos o ver la televisión son los momentos en los que las lágrimas emocionales son más frecuentes. Foley usó pequeños tubos de ensayo especiales para recolectar lágrimas de los sujetos y analizó las muestras de lágrimas para realizar pruebas. Descubrió que las lágrimas emocionales contienen más proteínas, mientras que las lágrimas reflejas contienen más proteínas. Entre estas proteínas complejas hay una sustancia química que puede parecerse a un analgésico. Con base en este resultado, Frey especuló que las lágrimas pueden ser un comportamiento excretor que puede eliminar las toxinas bioquímicas causadas y acumuladas por el estrés emocional; si estas toxinas no se excretan a través de las lágrimas y permanecen en el cuerpo, serán perjudiciales para la salud; toxinas, restablece el equilibrio psicológico y fisiológico de la persona que llora y es beneficioso para la salud.
Pero ¿qué toxinas se excretan a través de las lágrimas? ¿Cuáles son las diferentes funciones de las proteínas contenidas en las lágrimas? ¿Cómo se producen y cómo se metabolizan? Ni siquiera el propio Bienestar lo sabe. Comprender estas cuestiones puede ayudar a decidir si la teoría de Frey es correcta.
Las investigaciones muestran que a las personas les gustan las lágrimas de gran volumen y con un sabor ligero, mientras que las lágrimas de tristeza y de enojo tienen menos agua y un sabor salado porque estimulan los nervios simpáticos o parasimpáticos. Por eso, llorar cuando estás triste es bueno para la salud.
Entonces, ¿por qué los humanos somos los únicos primates que derraman lágrimas? Durante mucho tiempo, los investigadores parecieron incapaces de encontrar una explicación razonable.
En 1960, la antropóloga británica profesora Alice Hardy propuso la sensacional hipótesis del simio marino. Las teorías anteriores sobre los orígenes humanos creían que las etapas del nacimiento humano eran bosques y pastizales. Hardy propuso que en la historia de la evolución humana hubo una etapa de simio marino acuático que existió durante millones de años. Esta etapa especial ha dejado una profunda huella en la humanidad hasta el día de hoy, dejando huellas de anatomía y fisiología. Estas características no se encuentran en otros primates terrestres y también se encuentran en animales marinos como focas, leones marinos y aves marinas. Por ejemplo, las glándulas lagrimales humanas secretan lágrimas, que contienen aproximadamente un 0,9% de sal. Este fenómeno fisiológico especial es también una característica de los animales marinos y es un rastro dejado en el cuerpo humano durante la etapa de los antiguos simios marinos. Es imposible que los animales que evolucionaron y se desarrollaron en tierras con deficiencia de sal desarrollen características fisiológicas de "consumo de sal".
La hipótesis del simio del profesor Hardy se consideró “increíble” cuando se propuso por primera vez. Sin embargo, esta suposición no ha sido refutada con el tiempo. Por el contrario, cada vez más investigadores creen en esta hipótesis.
En 65438-0983, el profesor Billy Denton, biólogo de la Universidad de Melbourne, Australia, estudió y comparó los mecanismos fisiológicos que controlan el equilibrio de sal en humanos y otros mamíferos. Su investigación también sugiere que las lágrimas humanas pueden originarse a partir del mecanismo por el cual las glándulas lagrimales de los animales marinos secretan sal.
La teoría de los simios marinos puede ser la única teoría que puede explicar el origen de las lágrimas humanas. Sin embargo, esta teoría todavía carece de una base fósil fiable. Aún no ha sido aceptado por la mayoría de los antropólogos. Como hipótesis del origen y la evolución humanos, la teoría de los simios marinos necesita mejoras adicionales.