El asma es propenso a ocurrir en otoño. ¿Cómo prevenir eficazmente la aparición del asma?
? 1. La sequedad es la causa de enfermedades frecuentes en otoño.
La sequedad es una característica del otoño. En otoño, incluso la piel se vuelve sensible. El viento en verano es muy fresco y el viento en otoño es muy frío. Cuando el aire seco ingresa al cuerpo humano a través del tracto respiratorio, el cuerpo humano producirá una respuesta de estrés. Según investigaciones de expertos pertinentes, el otoño es la estación de mayor incidencia de trombosis cerebral y otras enfermedades, y el momento de aparición se produce principalmente al final del período de sueño prolongado. Después de dormir lo suficiente, existen buenas formas de prevenir las enfermedades otoñales, fortalecer la aptitud física, mejorar la adaptabilidad del cuerpo al cambio climático y la resistencia al frío, lo que reducirá la posibilidad de enfermedades otoñales y hará que el cuerpo esté más saludable.
2. ¿Qué es el asma?
El asma, también conocida como asma bronquial, a menudo provoca un aumento de la reactividad de las vías respiratorias, lo que provoca síntomas recurrentes como sibilancias, tos y opresión en el pecho. El asma, que suele presentarse por la noche o en las primeras horas de la mañana, es una enfermedad poligénica compleja.
3. ¿Por qué se producen con frecuencia los ataques de asma en otoño? ¿Cómo evitarlo?
Existen muchas causas del asma. Además de los factores genéticos innatos, los alérgenos de interior son los factores causantes más dañinos e importantes. Los alérgenos de interior comunes incluyen Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides pteronyssinus. El aire seco del otoño o la contaminación del aire son ambos desencadenantes del asma. Los contaminantes del aire como el dióxido de azufre y el óxido nítrico pueden causar broncoconstricción, y el ejercicio extenuante, el cambio climático y la inhalación de aire frío o gotas de agua destilada pueden inducir asma. Fortalecer el ejercicio físico, mejorar la resistencia corporal, ajustar adecuadamente la temperatura ambiente y prevenir los resfriados pueden reducir la probabilidad de asma.