¿Cómo tratar la artritis causada por la gota?
La colchicina es el fármaco más eficaz en el tratamiento de la artritis gotosa aguda. Al inhibir la liberación de diversos factores inflamatorios por parte de los neutrófilos y monocitos, puede aliviar rápidamente el dolor causado por la inflamación y es un fármaco específico para el tratamiento de la artritis gotosa aguda.
Si el paciente sólo tiene hiperuricemia y tiene buena función renal, se pueden utilizar benzobromarona, probenecid y otros fármacos para favorecer la excreción de ácido úrico y reducir el ácido úrico. Para pacientes con producción excesiva de ácido úrico o insuficiencia renal, el tratamiento con alopurinol tendrá buenos resultados.
En pacientes con pH urinario bajo, el bicarbonato de sodio puede alcalinizar la orina y promover la excreción de ácido úrico. Actualmente no existe cura para la gota primaria, pero controlar principalmente la hiperuricemia puede revertir la afección.
En primer lugar, el tratamiento general es la ingesta de proteínas. Es necesario limitar la ingesta de alimentos con alto contenido de purinas, abstenerse estrictamente de consumir alcohol, evitar los factores desencadenantes y beber más agua para mantener la producción diaria de orina por encima de los 2000 ml.
2. Durante el tratamiento de la artritis aguda, debe permanecer en cama absolutamente, elevar la extremidad afectada para evitar la carga articular y reanudar gradualmente las actividades aproximadamente 72 horas después de que se alivie el dolor articular. utilizarse para controlar la artritis lo antes posible.
Incluida la colchicina, que tiene efectos evidentes en el control de la artritis gotosa y debería ser la primera opción. Los analgésicos antiinflamatorios no esteroides son más adecuados para pacientes que no toleran la colchicina. Los medicamentos principales incluyen ibuprofeno y corticosteroides.
Puede aliviar rápidamente la aparición de artritis aguda, pero es fácil recaer después de suspender el medicamento. El uso prolongado puede provocar fácilmente complicaciones como diabetes e hipertensión, por lo que no es adecuado para un uso prolongado.
En tercer lugar, el tratamiento de las fases intermitente y crónica consiste principalmente en controlar la hiperuricemia mediante el uso racional de fármacos que inhiben la síntesis de ácido úrico y favorecen su excreción.