¿Se puede curar la enfermedad de Meniere?

Tratamiento general: Durante un ataque conviene acostarse tranquilamente, no excitarse, llevar una dieta ligera y baja en sal, limitar la cantidad de agua que bebe y evitar fumar, el alcohol y el té. Durante el período intermitente, los pacientes deben continuar haciendo ejercicio, fortalecer su condición física y prestar atención a las disposiciones adecuadas de trabajo y descanso. Para el tratamiento quirúrgico, el ámbito de aplicación es muy pequeño y el efecto no es el ideal. La terapia de infusión sólo puede aliviar temporalmente los síntomas. El tratamiento a largo plazo con la medicina occidental no puede curarlo fundamentalmente. En la Conferencia Resumen Académica Mundial sobre Vértigo, las autoridades presentes dijeron: Hasta el momento, no se ha encontrado ningún fármaco eficaz. La cirugía se basa principalmente en la fenestración y la descompresión.

Tratamiento farmacológico: Actualmente, los hospitales utilizan la infusión como método de tratamiento para el síndrome de Meniere. La verificación clínica muestra que algunos pacientes pueden sentirse aliviados, pero la mayoría de los pacientes obtienen malos resultados. Si se agregan diuréticos al líquido, el efecto será mejor y la infusión puede aliviar los síntomas de mareos. Puede reducir temporalmente la presión de la circulación linfática laberíntica en el órgano equilibrado, por lo que la infusión es un tratamiento paliativo.

Tratamiento quirúrgico: No todos los pacientes con enfermedad de Meniere pueden someterse a cirugía. La cirugía sólo es adecuada para pacientes que presentan un tratamiento farmacológico ineficaz y han perdido la capacidad para trabajar. Sólo para pacientes con enfermedad unilateral. Las estadísticas muestran que sólo el 5% de los pacientes con enfermedad de Meniere están dentro del alcance del tratamiento quirúrgico. Excluyendo a los pacientes con enfermedades del corazón, cerebro, hígado, pulmón, bazo y riñón, muy pocos pacientes pueden ser operados. La cirugía se puede clasificar en tres tipos: destructiva, semidestructiva y conservadora. El tratamiento quirúrgico es adecuado para pacientes gravemente enfermos y la mayoría de los pacientes no se someten a cirugía destructiva o semidestructiva.