Describir las principales medidas de enfermería tras la reanimación cardiopulmonar.
(1) Preparar nuevamente diversos equipos de rescate y medicamentos para la reanimación cardiopulmonar.
(2) Continúe monitoreando de cerca el ECG, la presión arterial, la respiración y otros cambios durante 2 a 3 días. Informar y atender oportunamente las anormalidades encontradas.
(3) Enfriamiento: Bajar la temperatura corporal puede reducir la presión intracraneal y el metabolismo cerebral. La temperatura adecuada es de 32°C y no debe ser inferior a 31°C para evitar inducir fibrilación ventricular. Los casquetes polares y las bolsas de hielo se pueden utilizar para enfriamiento físico o hibernación artificial. Para aquellos con convulsiones y agitación, se requiere una sedación adecuada para prevenir el desarrollo de edema cerebral. Y agregue barandillas a la cama para evitar accidentes.
(4) Proporcionar oxígeno continuamente para mantener abierto el tracto respiratorio y prevenir infecciones pulmonares. Se pueden utilizar antibióticos.
(5) Mantenga una infusión intravenosa suave y ajuste la velocidad de infusión de acuerdo con la producción de orina del paciente, la presión venosa central, la presión arterial, etc. Registre con precisión la cantidad de agua que entra y sale dentro de las 24 horas y coloque un catéter urinario si es necesario para prevenir la insuficiencia renal aguda.