Murciélago y ultrasonido
Algunas especies de murciélagos son expertos voladores. Pueden darse la vuelta rápidamente en espacios reducidos. Los murciélagos son los únicos mamíferos que pueden volar con alas. Otros mamíferos voladores, como las ardillas voladoras, simplemente dependen de membranas en forma de alas para deslizarse por el aire.
Por la noche, los murciélagos dependen de Pibo para explorar y cazar. Emiten ondas sonoras que los humanos no pueden oír. Cuando una onda sonora encuentra un objeto, se refleja como un eco, lo que permite al murciélago saber si el objeto se está moviendo o está estacionario y a qué distancia está.
Los murciélagos orejudo se alimentan de insectos voladores y también pueden capturar insectos de las hojas. Sus grandes orejas le permiten recibir ecos.
Los murciélagos mexicanos de cola libre vuelan al atardecer.
Los murciélagos comen de todo, incluyendo frutas, pescado, polen e incluso sangre. La mayoría de los murciélagos cazan insectos cuando vuelan de noche, y cada murciélago puede distinguir sus propias ondas sonoras, lo que indica que incluso si caza con otros murciélagos, otras ondas sonoras no lo interferirán.
Sabemos que cuando un objeto vibra, emite un sonido. Los científicos llaman frecuencia del sonido al número de vibraciones por segundo y su unidad es Hertz. La frecuencia de las ondas sonoras que nuestro oído humano puede oír es de 20 a 20.000 Hz. Por tanto, cuando la vibración de un objeto supera una determinada frecuencia, es decir, por encima del límite superior del umbral de audición humana, las personas no pueden oírlo. Esta onda sonora se llama "ultrasonido". La frecuencia de ultrasonido utilizada habitualmente para el diagnóstico médico es de 1 ~ 5 MHz. Las ondas ultrasónicas tienen las características de buena directividad, fuerte poder de penetración, energía sonora concentrada fácil de obtener y larga distancia de propagación en el agua. Se puede utilizar para medir distancias, medir velocidades, limpiar, soldar, grava, etc.
Aunque los humanos no podemos oír los ultrasonidos, muchos animales tienen esta capacidad. Pueden utilizar el ultrasonido para "navegar", perseguir comida o evitar cosas peligrosas. Es posible que haya visto muchos murciélagos volando de un lado a otro en su jardín en las noches de verano. ¿Por qué pueden volar sin luz sin perderse? La razón es que los murciélagos pueden emitir ondas ultrasónicas de 20~65438+ millones de Hz, como una "estación de radar" móvil. Los murciélagos utilizan este "radar" para determinar si hay insectos u obstáculos volando por delante.
Los humanos no aprendimos a utilizar los ultrasonidos hasta la Primera Guerra Mundial, es decir, a utilizar el principio del "sonar" para detectar objetivos submarinos y su estado, como por ejemplo la posición de los submarinos. En este momento, la gente lanza al agua una serie de ondas ultrasónicas de diferentes frecuencias y luego registra y procesa los ecos reflejados. A partir de las características del eco, podemos estimar la distancia, la forma y los cambios dinámicos del objeto detectado. La primera aplicación del ultrasonido en medicina fue en 1942. El médico austriaco Dusik utilizó por primera vez la tecnología de ultrasonido para escanear estructuras cerebrales. Posteriormente, en la década de 1960, los médicos comenzaron a aplicar la ecografía al examen de los órganos abdominales. Hoy en día, la tecnología de exploración por ultrasonido se ha convertido en una herramienta indispensable para el diagnóstico médico moderno.
El principio de funcionamiento del examen médico por ultrasonido es similar al del sonar, es decir, las ondas ultrasónicas se emiten al cuerpo humano, se reflejan y refractan al encontrar interfaces en el cuerpo y pueden ser absorbidas y atenuado en tejidos humanos. Debido a las diferentes formas y estructuras de los distintos tejidos del cuerpo humano, el grado de reflexión, refracción y absorción de las ondas ultrasónicas también es diferente. Los médicos distinguen por las características del patrón de onda, curva o imagen reflejada por el instrumento. Además, combinado con el conocimiento anatómico, los cambios normales y patológicos, es posible diagnosticar si el órgano que se examina está enfermo.