Base de flores moderna para base de flores.

Hoy en día, comer flores ha alcanzado el nivel de nutrición moderna. Desde una perspectiva moderna, las hormonas vegetales de los estambres tienen la función de regular el sistema endocrino y retrasar el envejecimiento. Las generaciones posteriores comieron flores por sus beneficios para la salud. La medicina tradicional china siempre ha creído que las flores tienen la función de aliviar la superficie, eliminar el calor, regular la sangre y tonificar.

Hacer un pastel de flores es definitivamente una prueba de la mente del chef, porque poner flores en el pastel es algo muy fragante. Las flores deben reflejar la magnífica belleza del plato y sorprender el sabor. Las personas que comen flores no sólo disfrutan de la fragancia, sino también de la concepción artística de estar despreocupados e integrados con la naturaleza. Esta primavera, entre los menús de flores que ofrecen algunos restaurantes de Beijing, el restaurante Jia'anfa en Raffles City, Beijing Hotel es bastante innovador. El chef dividió cuidadosamente la participación de las flores en tres niveles: el primer nivel consiste en utilizar las flores como herramienta de ajuste visual. La mayoría de las flores son de colores brillantes y sin sabor, lo que las convierte en un complemento perfecto para ensaladas como la Beetroot Garden Salad, que utiliza cuatro sabores diferentes de remolacha preparada con jugo de naranja, jugo de mandarina y vainas de vainilla de Madagascar. La adición de crisantemos, manzanos silvestres y pensamientos no solo debilita el olor terroso de la remolacha, sino que también aporta el sabor agridulce natural de las flores, agregando una variedad de fragancias frescas y refrescantes. La segunda capa tiene forma de flor, no de flor. Aunque cambia la forma natural de la flor, aún se puede distinguir con una inspección más cercana. La mayoría de estas flores tienen raíces masticables y sabrosas. En el tercer piso no hay flores. Las flores se utilizan principalmente en especias como el foie gras empapado en benzos españoles. Durante la producción se añaden una variedad de especias chinas y se marina durante 14 horas. La textura del mármol es claramente visible. Combinado con la salsa hecha de flores de hibisco de Tahití y vino dulce, el sabor es delicado y suave, el color es brillante y llamativo y abre el apetito.