Síntomas clínicos de exceso de plomo en sangre

1. Sistema nervioso: irritabilidad, hiperactividad, poca capacidad de atención, comportamiento agresivo, reacción lenta, letargo y trastornos del movimiento. Los casos graves incluyen manía, delirio (un trastorno neurológico temporal caracterizado por confusión, confusión, incoherencia, inquietud, agitación y, a menudo, acompañado de delirios o alucinaciones), discapacidad visual y parálisis de los nervios craneales. Cuando el nivel de plomo en sangre es de alrededor de 1000 ug/L (4,826 umol/L), pueden ocurrir síntomas de encefalopatía por plomo como dolor de cabeza, vómitos, convulsiones, coma e incluso la muerte.

2. Aparato digestivo: dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos, etc.

3. Sistema sanguíneo: anemia hipocrómica microcítica, etc.

4. Sistema cardiovascular: hipertensión y arritmia.

5. Sistema urinario: aminoaciduria, glucosuria e hiperfosfaturia en etapa temprana. En pacientes en etapa tardía, se pueden observar síntomas de insuficiencia renal como azotemia.

La intoxicación subclínica por plomo afecta principalmente al desarrollo intelectual conductual y al crecimiento físico de los niños. Debido a la falta de manifestaciones clínicas suficientes para atraer la atención de padres y pediatras, a menudo se ignora fácilmente. Cuando se descubre, los efectos tóxicos del plomo son difíciles de revertir. Sus características patológicas ocultas y progresivas lo hacen más perjudicial para la salud de los niños. Por ello, es el foco de la investigación sobre el envenenamiento por plomo en los niños.