Preservación del riñón
Las verduras son un ingrediente que todo el mundo consume en grandes cantidades en su dieta diaria. Las elecciones y combinaciones saludables pueden aportar una variedad de beneficios nutricionales al organismo.
Sin embargo, la variedad de verduras se reduce mucho en otoño e invierno. Para evitar que los amigos de los riñones tengan dificultades para elegir, Aishen.com recomienda especialmente algunos tipos para todos.
Come más de estos 6 tipos de verduras para beneficiar a tus riñones
Rábano blanco
Como dice el refrán, come rábano en invierno y jengibre en verano. El rábano se ha utilizado como medicina y alimento desde la antigüedad.
El rábano blanco contiene una variedad de nutrientes que son relativamente promedio, especialmente el contenido de proteínas es bajo, y también contiene ácidos orgánicos, rábano y otros ingredientes para la salud. Por tanto, es muy adecuado para pacientes con enfermedad renal crónica.
Melón de invierno
Las verduras de melón siempre han sido recomendadas por los nutricionistas como alimento para las enfermedades renales.
La ventaja del melón de invierno es que su contenido en proteínas, potasio y sodio es extremadamente bajo, y su sabor también gusta a la mayoría de la gente. Por lo tanto, los amigos del riñón pueden elegir entre muchas opciones, especialmente aquellos con hiperpotasemia.
Okra
La okra es rica en fibra dietética y contiene ingredientes activos como polifenoles y flavonoides, que pueden combatir el cáncer, reducir el azúcar en sangre, reducir los lípidos, aliviar el estreñimiento y proteger los riñones. Al mismo tiempo, no contiene alto contenido de potasio, ¡lo que la convierte en una verdura ideal para los amantes de los riñones!
Col china
La col china (Qingbaikou) es una verdura de hoja poco común de temporada en otoño e invierno.
Por su moderado contenido en potasio y proteínas, casi todos los pacientes renales pueden consumirlo con moderación. No sólo el precio es asequible, sino que también es una fuente vegetal natural de vitamina C.
Repollo
Debido a las restricciones dietéticas y la progresión de la enfermedad, muchos pacientes renales tienen deficiencia de vitamina C y vitamina K. El repollo es muy rico en vitamina C y vitamina K, que pueden actuar como antioxidantes, promover la absorción de calcio y fortalecer la masa ósea.
Cebolla
La cebolla contiene sustancias activas como la alicina y el glutatión, que son buenos ingredientes anticancerígenos y reguladores de los lípidos en sangre. Y el sabor es dulce y picante, lo que favorece más la adherencia a una dieta baja en sal.
El consumo razonable de verduras puede frenar el deterioro de la función renal.
Las verduras son una fuente importante de vitaminas, minerales, fibra dietética y fitoquímicos, y también son alimentos esenciales para mantener la salud corporal. . La investigación basada en evidencia ha encontrado que aumentar la ingesta de vegetales puede reducir efectivamente el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón y diabetes.
Al mismo tiempo, experimentos han demostrado que una ingesta adecuada de verduras y frutas tiene un efecto protector en pacientes con enfermedad renal crónica con acidosis metabólica y puede ralentizar la insuficiencia renal.
La comida es el "cuidado de la salud" más rentable. Una dieta razonable no sólo puede mantener la salud, sino que a veces también puede ayudar a "curar" enfermedades. Creo que todos los amantes de los riñones pueden comer de forma saludable y científica.
Referencias:
[1] Yang Yuexin. Lista de composición de alimentos chinos [M]. J, Jo C, et al. La reducción del ácido en la dieta con frutas y verduras o bicarbonato atenúa la lesión renal en pacientes con una tasa de filtración glomerular moderadamente reducida debido a nefropatía hipertensiva [J Kidney International, 2012, 81 (1): 86-93.
[3]Roswitha S. Tratamiento dietético de la acidosis metabólica en la enfermedad renal crónica[J]Nutrients, 2018, 10(4):512-. Jiabao, Fan Guodong, Feng Wu. Funciones nutricionales y sanitarias del rábano blanco [J Chinese Food and Nutrition, 2002(2):45-46.