¿Es real el antiguo "Kung Fu de reducción de huesos"? ¿Cuál es el principio de contracción ósea?
El antiguo "Kung Fu de reducción de huesos" es real. El principio es muy simple: flexibilizar las articulaciones del cuerpo. De esta forma, pueden luxarse fácilmente cualquier articulación de su cuerpo en cualquier momento. Hay muchos tipos de artes marciales practicadas por los pueblos antiguos, como el Qigong y el Qinggong. ?El Kung Fu que encoge los huesos existe
Hoy en día, estas dos artes marciales aparecen con mayor frecuencia en los dramas de artes marciales. De hecho, esto es una exageración y es difícil creer que este arte marcial realmente existiera en la antigüedad. Pero el Kung Fu de encogimiento de huesos es diferente, existe. En algunas novelas románticas antiguas, a menudo hay una trama en la que cierto caballero es encarcelado en prisión. Por la noche, cuando el alcaide duerme, utilizan la habilidad de encoger huesos para escapar por la rendija de la ventana.
Hace unos años ocurrió un robo muy extraño. En ese momento, muchos objetos de valor que se encontraban en el equipaje de los pasajeros se perdieron en el maletero debajo del autobús. Más tarde, tras la investigación, la policía descubrió que el ladrón podía encoger sus huesos. Se escondió en una pequeña caja, salió mientras el autobús estaba en movimiento, robó el equipaje de otros pasajeros y luego se escondió nuevamente en la caja.
De hecho, muchos extranjeros también pueden encoger sus huesos, pero a este comportamiento lo llaman "jiu-jitsu". En la televisión, a menudo se puede ver a algunos contorsionistas que pueden usar la flexibilidad de su cuerpo para entrar en espacios muy estrechos. El principio del ejercicio de contracción ósea
Para decirlo sin rodeos, el principio del ejercicio de contracción ósea radica en la dislocación de las articulaciones. Las personas que practican la contracción ósea tienen articulaciones muy flexibles que pueden dislocarse fácilmente según sus propios deseos. Si le pones esto a una persona común, el 80% de las veces le dolerá hasta la muerte. Sin embargo, debido a que las personas que practican la contracción ósea mueven y reposicionan constantemente sus articulaciones, se acostumbran al dolor.
Por tanto, practicar la contracción ósea es muy difícil y doloroso. Sin embargo, en este punto, muchos animales están dotados. Por ejemplo, los gatos y los ratones pueden pasar por agujeros mucho más pequeños que su tamaño. En este sentido, ellos son los verdaderos "maestros".