Los aneurismas tienen cuatro manifestaciones que llaman la atención y también pueden provocar hemiplejía.
1. Dolor: Es un síntoma común antes de la rotura, presentándose mayoritariamente en la zona periumbilical y medio superior del abdomen. Cuando un aneurisma invade la columna lumbar, se produce dolor lumbosacro. Si provoca dolor intenso en el abdomen o en la cintura recientemente, suele indicar que el tumor está a punto de romperse. Masa abdominal: el signo más importante es una masa pulsátil y distensible en el abdomen periumbilical o superior. A menos que el paciente tenga sobrepeso, suele ser palpable, doloroso y ligeramente tembloroso, y se puede escuchar un soplo sistólico. El pulso de la arteria femoral o arteria dorsal del pie se debilita o desaparece.
2. La mayoría de los pacientes son asintomáticos: muchas veces se descubren accidentalmente durante el examen físico por otros motivos. Un aneurisma aórtico abdominal típico es una expansión lateral y de adelante hacia atrás, y aproximadamente el 50% de los pacientes se acompaña de un soplo vascular.
3. Ruptura: Puede ser el primer síntoma de una ETS mortal. El síntoma más común es la ruptura del tumor y la sangre que fluye desde el tumor hacia la cavidad abdominal. Afortunadamente, es más común que se rompa hacia la cavidad retroperitoneal y el sangrado de esta parte es relativamente lento. El dolor abdominal y el shock hemorrágico pueden durar horas o días y los pacientes suelen buscar atención médica, a veces con sangrado limitado. Los pacientes experimentan dolor abdominal, fiebre, pérdida de sangre de leve a moderada y, a menudo, una nueva rotura. También puede invadir la vena cava inferior, provocando obstrucción venosa aórtica, soplos continuos, gasto cardíaco elevado e insuficiencia cardíaca. A veces puede ingresar al duodeno y causar hemorragia gastrointestinal.
4. Otras enfermedades graves: Ocasionalmente se produce trombosis aguda dentro de los tumores. La trombosis o fragmentos ateroscleróticos de un aneurisma aórtico abdominal pueden provocar una embolia de las extremidades inferiores. La compresión duodenal puede causar obstrucción intestinal y la obstrucción de la vena cava inferior puede causar edema periférico. Las infecciones bacterianas secundarias son raras.