La primera persona entre el cielo y la tierra: mi padre
Educame para crecer
Mi padre es nieto del propietario de un astillero. Ocupa una posición alta y ama su carrera. Pero cuando el negocio familiar tuvo problemas, decidió asumir otra responsabilidad: la de educarme. No me culpó ni me regañó, sino que usó su sabiduría en la vida para guiarme a crecer. Todas las noches me escuchaba pacientemente contar las historias del día, buenas y malas. Me contó la verdad de la vida con humor, lo que me permitió crecer en comprensión.
El amor y la sabiduría me educaron.
Él no tenía trabajo, pero me educó con amor y sabiduría y me hizo comprender el verdadero significado de la vida. Sus enseñanzas me enseñaron a ser paciente, tranquila y a controlar mis emociones. Aunque no estoy segura de si me he convertido en una buena hija o una buena estudiante, sé que el arduo trabajo y la dedicación de mi padre hacia mí no se pueden borrar.