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Medicamentos esenciales para niños en edad preescolar, Zhihu

Cuando se pregunta a los padres cuál es su mayor esperanza para sus hijos, la respuesta más común es que quieren que sus hijos estén sanos y felices.

Existe mucha información sobre cómo criar niños inteligentes y exitosos, pero ¿cómo criar niños felices?

A veces es difícil equilibrar lo que más aman sus hijos con lo que los hace más felices, pero ambos no tienen por qué ser mutuamente excluyentes.

Los niños felices tienen más probabilidades de convertirse en adultos exitosos y realizados. En un mundo orientado al desempeño, la felicidad es una gran ventaja. En términos generales, las personas felices tienen más éxito en el trabajo y en el amor que las personas infelices. Obtienen mejores evaluaciones de desempeño, empleos más prestigiosos y salarios más altos. Tienen más probabilidades de casarse y, una vez casados, están más satisfechos con su matrimonio.

Desde una perspectiva científica, ¿qué es realmente eficaz para criar niños felices?

Irónicamente, el primer paso para hacer más felices a tus hijos es ser egoístas. Su felicidad afecta la felicidad y el éxito de su hijo.

Una extensa investigación ha establecido un vínculo sustancial entre la depresión materna y los “resultados negativos” en los niños. La depresión de los padres parece conducir a problemas de conducta en los niños, lo que también hace que nuestra crianza sea ineficaz.

No es sólo genética. El estudio encontró que los padres felices tenían estadísticamente más probabilidades de tener hijos felices, pero no se encontraron factores genéticos.

Entonces, ¿cuál es el primer paso para ser más feliz? Pase algún tiempo con amigos cada semana.

Debido a que la risa es contagiosa, pase tiempo con amigos o familiares que probablemente se rían. Sus risas también te harán reír, aunque ni siquiera tienen por qué alegrarte el ánimo. Los neurocientíficos creen que escuchar reír a otra persona activa neuronas espejo en una región del cerebro, haciendo que el oyente sienta que se está riendo.

Paso 2: Enséñales a construir relaciones interpersonales.

Nadie negaría la importancia de aprender sobre las relaciones interpersonales, pero ¿cuántos padres se toman el tiempo para enseñar a sus hijos a llevarse bien con los demás?

Si simplemente le dices "Oye, deja de discutir" cuando tu hijo no se lleva bien con otros niños, no ayudará mucho a desarrollar habilidades interpersonales básicas. No hace falta mucho. Puede comenzar animando a sus hijos a realizar pequeños actos de bondad para generar empatía.

Las investigaciones muestran que esto no solo desarrolla las habilidades necesarias para hacer de los niños mejores personas, sino que también los hace más felices a largo plazo.

Paso 3: Espera esfuerzo, no perfección.

Padres perfeccionistas y madres tigre, tomen nota: si les pegan a sus hijos constantemente, los arruinarán a golpes.

Los hijos de padres que ponen demasiado énfasis en las calificaciones tienen más probabilidades de sentirse deprimidos y ansiosos que otros niños. Los padres deben centrarse en los esfuerzos de sus hijos, no en los resultados ni en las habilidades innatas. Cuando elogiamos a los niños por sus esfuerzos y logros, quieren seguir participando en el proceso.

Paso 4: Enseñar optimismo.

Si a los niños de 10 años se les enseña a pensar e interpretar el mundo de manera optimista, sus posibilidades de sufrir depresión al entrar en la adolescencia se reducen a la mitad.

La autora Christine Carter lo expresa simplemente: "El optimismo y la felicidad están tan estrechamente relacionados que casi pueden tratarse por igual".

Paso cinco: enseñar inteligencia emocional.

La inteligencia emocional es una habilidad, no algo con lo que se nace.

Pensar que los niños comprenderán “naturalmente” sus propios sentimientos y los de los demás no los preparará para el éxito.

En pocas palabras, cuando luchan contra la ira o la depresión, deben "empatizar, etiquetar y validar".

Conecta con tus hijos y ayúdalos a identificar sus sentimientos y hazles saber que esos sentimientos son buenos.

Paso 6: Desarrolla hábitos felices.

Estamos en el paso seis, que te parece un gran recuerdo, y mucho menos un niño. Podemos superarlo con buenos hábitos.

Es difícil pensar en estos métodos, pero una vez que se forma el hábito, las acciones habituales serán fáciles.

¿Cómo puedes ayudar a tus hijos a desarrollar hábitos felices duraderos? Un objetivo a la vez: Demasiados objetivos pueden abrumar la fuerza de voluntad, especialmente en el caso de los niños. Primero forme un hábito y luego otro. Persistencia: No esperes ser perfecto de repente. Esto lleva tiempo.

Paso 7: Enseñe autodisciplina

La autodisciplina de los niños predice mejor el éxito futuro que la inteligencia.

Sí, vuelve a ser la famosa prueba del malvavisco. Aquellos niños que puedan resistir la tentación tendrán una vida mejor y serán más felices dentro de unos años.

La capacidad de los niños en edad preescolar para retrasar la gratificación (esperando ese segundo malvavisco) predice la inteligencia, el rendimiento académico y las habilidades sociales en la adolescencia. Esto se debe, al menos en parte, a que la autodisciplina facilita el aprendizaje y el procesamiento de la información. Además, los niños autodisciplinados pueden afrontar mejor los reveses y el estrés y tienen un mayor sentido de responsabilidad social. En otras palabras, la autodisciplina no sólo te ayuda a tener éxito en la escuela y a conseguir un asiento en la mesa, sino que también te hace más feliz, hace más amigos y aumenta la participación comunitaria.

Paso 8: Más tiempo de juego.

Hemos leído muchos libros sobre mindfulness y meditación, y todos ellos son muy poderosos. Sin embargo, lograr que los niños practiquen estos deportes con regularidad puede ser todo un desafío. ¿Qué método es casi tan eficaz? Esto es más tiempo de juego.

La mayoría de los niños ya practican mindfulness mientras juegan, disfrutando plenamente del momento. Pero ahora los niños pasan menos tiempo jugando dentro y fuera de casa. En general, durante las últimas dos décadas, los niños han perdido ocho horas a la semana de juego libre, no estructurado y espontáneo. El tiempo de juego no se trata sólo de ociosidad, es importante ayudar a los niños a crecer y aprender. Dale a tus hijos más tiempo para jugar al aire libre.

Paso 9: Crea un ambiente feliz para ellos.

Todos estamos profundamente afectados por nuestro entorno, a menudo más de lo que creemos. Sus esfuerzos están limitados por el tiempo y el esfuerzo, y las circunstancias continúan influyéndonos a nosotros y a nuestros hijos.

¿Existe alguna forma sencilla de controlar mejor el entorno de su hijo para que pueda ser deliberadamente feliz y esforzarse por producir los mejores resultados? Mira menos televisión.

Los estudios muestran un fuerte vínculo entre la felicidad y no ver televisión. Los sociólogos han demostrado que las personas felices ven mucha menos televisión que las infelices. No sabemos si es la televisión lo que hace infeliz a la gente o si las personas que ya están infelices ven más televisión. Pero sabemos que hay muchas actividades que pueden ayudar a nuestros hijos a convertirse en personas felices y bien adaptadas.

Paso 10: Coman juntos.

A veces, lo único que hace la ciencia es confirmar lo que nuestros abuelos siempre supieron. Sí, las comidas familiares son importantes.

Esta sencilla tradición ayuda a formar mejores niños y hacerlos más felices.

Las investigaciones muestran que los niños que comen regularmente con sus familias son más estables emocionalmente y tienen menos probabilidades de consumir drogas y alcohol. Sus calificaciones son mejores. Rara vez presentan síntomas depresivos, especialmente entre los adolescentes. Tienen menos probabilidades de volverse obesos o tener trastornos alimentarios. Las cenas familiares son incluso más importantes que leerles a los hijos.