Una mujer en Guangdong salió a hacerse pruebas de ácido nucleico, pasó a comprar cebollas y fue puesta en cuarentena.
La mujer fue puesta en cuarentena no por sus propios motivos, sino por casos confirmados en el lugar al que acudió, y el personal de gestión de prevención y control de epidemias cerró urgentemente el lugar para las personas en el recinto. zona, se adoptó una política de no entrada. Una madre y una hija en Guangdong estaban haciendo pruebas de ácido nucleico. La madre tenía cinco minutos para comprar cebollas verdes, pero se le notificó que la pondrían en cuarentena.
Esto les sucedió a una madre y una hija en Shenzhen, Guangdong. casa para hacer juntos pruebas de ácido nucleico. Había un mercado de agricultores cerca del sitio de pruebas de ácido nucleico. Mi madre recordó que no había cebollas en casa y quería ir al mercado de agricultores de la aldea urbana a comprar cebollas.
La idea de la madre fue bloqueada por su hija. La hija cree que la epidemia es recurrente en Shenzhen y no se recomienda que su madre vaya a demasiados lugares. La madre no pensó lo mismo ante la sugerencia de su hija. Ella sintió que la distancia entre los dos era muy cercana y solo le tomó 5 minutos ir y venir, por lo que no habría ningún gran problema.
Inesperadamente, su hija dio en el blanco. Después de que su madre terminó de comprar cebollas verdes, descubrió que el pueblo de la ciudad estaba bloqueado y solo se podía entrar pero no salir. La madre que está atrapada en la aldea también necesita aislamiento y control centralizados. La madre y la hija fueron separadas por una valla de separación, y la "mamá" de la hija fue cambiada por la sonrisa impotente de la madre. La madre entró en la zona donde estaban activas las personas confirmadas, por lo que necesitaba ser puesta en cuarentena.
La madre será puesta en cuarentena La culpa no es de ella, sino de la zona donde entró y apareció un caso confirmado. . Para evitar la propagación de la epidemia, se implementó un bloqueo de emergencia en la zona donde se encontraban los casos confirmados. Hace tiempo que estamos acostumbrados a este comportamiento de prevención de epidemias.
En sólo cinco minutos ocurrió un cambio tan grande. Nadie hubiera imaginado tal situación. Mi hija intentó disuadirla con buenas intenciones, pero se hizo realidad. Quizás esta sea la parte más impotente. Sólo les tomó unos minutos, pero los dos fueron tratados de manera completamente diferente.
La aparición de la epidemia ha provocado que muchas personas experimenten un aislamiento centralizado. Esta experiencia también hizo reír y llorar a la gente. Algunas personas bromearon diciendo que es "el momento de contribuir al país estando acostados". Si esta madre no hubiera ido a comprar cebollas verdes, no la habrían puesto en cuarentena. Esto demuestra lo importante que es no correr durante la epidemia.