Templo antiguo de Weifang Changle Fangshan
Lei Jingping
Cruza el río He Jiong para verte, cruza el río Dan para amarte. El agua, los árboles, los pastizales y las laderas están llenos de su atmósfera madura.
Frente a la puerta de la montaña, está grabada la promesa entre tú y la brisa primaveral.
Estoy aquí, puedes ser profundo, puedes ser noble, puedes llenarte de emoción, puedes elegir el agua interminable del otoño.
Dondequiera que vaya, estará mi meditación poética y onírica. Al respirar en el vacío de las montañas, los pensamientos ruidosos se calman y comienzan a echar raíces. Te pierdes en la imagen especular del antiguo templo y sientes el país de las maravillas en la tierra.
Las rocas voladoras en la cima de la montaña han sido arrastradas por el viento frío en mi memoria durante mucho tiempo. Las rocas de esos acantilados brillaban con expectación azul, lo que hacía que mis pasos fueran tan duros como el hierro, y caminé por todas las montañas verdes, solo para abrir la luz de mil años.
Quiero recopilar y ocultar las historias de una temporada.
Quiero volverme refinado y cambiar la visión de una urraca.
Los cinco majestuosos pinos longevos traen felicidad incontable a la cima y decoran el magnífico paisaje del lago Jiulong debajo de la montaña.
En el lado del agua, esperaré en silencio, esperando que la economía esté llena, esperando que el agua del manantial suene, esperando que las nueces maduren, esperando que te cubra una sonrisa soleada. .
Como alternativa, prefiero una subida empinada que sube, sube y serpentea hacia el cielo.
Al final del camino, debe haber un sencillo tablero de ajedrez. Entre el cielo y la tierra, sobre las auspiciosas nubes, quiero jugar al ajedrez con el Emperador de Jade y hablar del Clásico de Montañas y Mares.
En este momento, sólo hay hierba creciendo y oropéndolas volando, sólo tambores vespertinos y campanas matutinas, y sólo felicidad eterna llenando el mundo, manteniéndote tan cálido como siempre.