Los ojos tienen miedo a la luz del sol. ¿Por qué?
Algunas enfermedades oculares no inflamatorias también pueden provocar fotofobia, como el albinismo, el daltonismo, la ceguera total provocada por la propia genética, etc. Debido a que la fotofobia causada por esta enfermedad no se puede curar, solo se pueden adoptar métodos de tratamiento pasivo, como usar gafas de sol o un sombrero para tapar los ojos al salir, y la luz interior no debe ser demasiado fuerte.
Algunas enfermedades sistémicas también pueden provocar fotofobia ocular, como migraña, neuralgia del trigémino, meningitis, hemorragia subaracnoidea, hipertiroidismo, traumatismo craneoencefálico, etc. Las personas con glaucoma congénito o aquellas con colores de iris más claros tienen menos capacidad para bloquear la luz. La fotofobia provocada por estas enfermedades puede aliviarse y mejorarse en gran medida mediante cirugía o tratamiento farmacológico.
La aparición repentina de fotofobia es en realidad un aviso para proteger tus ojos. Las enfermedades oculares o corporales pueden tratarse y mejorarse mejor si se diagnostican y tratan correctamente. Por lo tanto, cuando tengas fotofobia anormal, no la ignores fácilmente. Después de todo, mantener los ojos brillantes todavía depende de tus propios esfuerzos.
¡Te sugiero que vayas al hospital para un chequeo!