Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimiento del confinamiento - La cúrcuma se cultiva cada vez más. ¿A qué debes prestar atención al cultivar cúrcuma?

La cúrcuma se cultiva cada vez más. ¿A qué debes prestar atención al cultivar cúrcuma?

Elija trozos de jengibre que sean gruesos, grasos, libres de enfermedades y que tengan 2-3 cogollos fuertes. Lo mejor es que sean frescos y regordetes, lo que es más adecuado para el crecimiento. Luego limpia el jengibre sin dejar impurezas, y utiliza un cuchillo para cortar la zona de brotación para facilitar el crecimiento de las ramas. El jengibre es una planta de semisombra y no puede exponerse a una luz intensa. Por eso, debes prestar atención a la hora de darle mantenimiento. Puedes colocarlo en un lugar fresco o debajo de una maceta, que es un lugar que puede tener sombra al mediodía y exponerse al sol por la mañana y por la noche. No sólo puede complementar la nutrición y promover el crecimiento, sino también evitar quemaduras causadas por la luz intensa.

Curar la cúrcuma es muy sencillo. Su hábito de crecimiento es similar al del jengibre y también se puede cultivar bien en macetas. Siempre que la temperatura sea superior a 15 grados, se puede cultivar en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero la primavera es la mejor temporada de crecimiento y el crecimiento es relativamente lento. Generalmente puede crecer hasta más de 50 centímetros de altura. Es mejor un suelo arenoso con suelo profundo, suelto, fértil y con buen drenaje. Algunos agricultores no comprenden las necesidades de fertilizantes del jengibre y creen que mientras más fertilizante se aplique, el rendimiento aumentará. Esta idea, naturalmente, es errónea. No sólo aumenta los costes de producción, sino que también supone una carga para el suelo.

En los tallos del jengibre hay raíces carnosas y adventicias, que tienen una débil capacidad de absorción. El tallo es un rizoma carnoso con muchas ramas. Las hojas son lanceoladas y las vainas de hierba se abrazan para formar un pseudotallo imaginario apretado. El jengibre es originario de los bosques tropicales y zonas lluviosas. Le gusta el calor y la humedad, es intolerante a los climas fríos y secos y tolera más la sombra que el sol caliente. El jengibre es una planta que ama la sombra. Si se exponen a una luz intensa durante mucho tiempo, las plántulas de jengibre se marchitarán o incluso se secarán y dañarán. En casos graves, también puede provocar la muerte del jengibre y el fracaso de la plantación.

El jengibre es un cultivo de tubérculo subterráneo que teme tanto a la sequía como al encharcamiento. Por ello, debemos elegir campos con suelos arenosos, sueltos, profundos, blandos, fértiles y de fácil drenaje y riego. No es aconsejable elegir el campo donde se plantó el jengibre en el cultivo anterior, generalmente se requiere una rotación de cultivos durante más de 3 años, de lo contrario se producirá fácilmente la plaga del jengibre. Antes de plantar, se debe arar la tierra y exponerla a la luz solar. Según muchos años de experiencia en plantación, en comparación con otras hortalizas, requiere menos luz, lo que demuestra que el jengibre tiene una gran capacidad para utilizar la luz débil y es tolerante a la sombra.